Navidad
Llovía y hacía frío,manejaba por Morones Prieto, una ola de recuerdos de mi niñez se me vinieron
encima, los limpia parabrisas del auto hacían un ruido hipnótico al deslizarse sobre el cristal.
Cuando llegamos al barrio, al sur de la ciudad de Monterrey. No estaba Pavimentado, no había
luz en las casas hechas de lamina y algunas de cartón, mucho menos en las calles, que por las noches
eran verdaderas bocas de lobo; Según mi jefe ya se había cansado de pagar renta y quería tener algo propio, si es que se le podía llamar propio a un terreno que era un traspaso de posesionarios, pero gueno, era el jefe y era lo que podía pagar,el agua había que acarrearla de una llave colectiva que estaba a tres cuadras, afortunadamente nuestra casa, que estaba compuesta de dos cuartotes, estaba hecha de block y el techo de lámina.
Mi jefe se iba a trabajar a las cuatro de la mañana; en días como estosde Invierno, me despertaba el olor a tortillas de harina,huevo y café, que mi jefa preparaba. Escuchaba el mu…
encima, los limpia parabrisas del auto hacían un ruido hipnótico al deslizarse sobre el cristal.
Cuando llegamos al barrio, al sur de la ciudad de Monterrey. No estaba Pavimentado, no había
luz en las casas hechas de lamina y algunas de cartón, mucho menos en las calles, que por las noches
eran verdaderas bocas de lobo; Según mi jefe ya se había cansado de pagar renta y quería tener algo propio, si es que se le podía llamar propio a un terreno que era un traspaso de posesionarios, pero gueno, era el jefe y era lo que podía pagar,el agua había que acarrearla de una llave colectiva que estaba a tres cuadras, afortunadamente nuestra casa, que estaba compuesta de dos cuartotes, estaba hecha de block y el techo de lámina.
Mi jefe se iba a trabajar a las cuatro de la mañana; en días como estosde Invierno, me despertaba el olor a tortillas de harina,huevo y café, que mi jefa preparaba. Escuchaba el mu…